Areas de Trabajo

Los fundamentos que orientan nuestro que hacer educativos son los siguientes:

Area Filosófica : Básicamente este fundamento tiene estrecha relación con el “Ser Persona”, es decir, actuar singularmente con valores, principios y conocimientos ante la sociedad. Es importante destacar que por el hecho de actuar singularmente se cuide de no caer en el egoísmo y la falta de relación hacia los demás, sino que por el contrario esa singularidad que nos hace ser a cada uno exclusivos nos lleve a una comunicación que permita un acercamiento hacia otros y otras personas. De esta manera la imagen antropológica-filosófica se verá beneficiada tanto por las características de ser persona, como por el concepto de ser humano que se ejecuten dentro de la institución

Area Psicológica: El siguiente fundamento apunta a que todos los procesos de aprendizajes debe ser significativos, en donde un orientar hacia el descubrimiento tanto de uno mismo como del mundo circundante sea creativo, y que esa creatividad nos lleve a un crecimiento humano, donde se puedan desarrollar las múltiples inteligencias, analizando y luego retroalimentando cada una de las experiencias vivenciadas con la sola propuesta de adquirir conocimientos en todos los ámbitos de la vida humana de manera integral y significativa. Además este fundamento permite que se desarrolle la Inteligencia Emocional y que al momento de entrar en contacto con el medio social y cultural, se tenga la oportunidad de generar actitudes que nos acerquen a mejorar la calidad de vida, considerando a sus vez, que cada etapa de la vida tiene sus características e intereses, por lo tanto, las experiencias son reguladoras de las actitudes que se manifiesten durante la existencia humana

Area religiosa: Este fundamento dice relación con la creación del universo, con la posibilidad de desarrollar la Fe, con fomentar la tolerancia y el respeto a la vida

Area Pedagógica: Se considerará una Pedagogía más enriquecedora, amplia y flexible, la cual                  favorezca aprendizajes oportunos y pertinentes a sus características, necesidades e intereses, como también fortaleciendo sus potencialidades para un desarrollo pleno y armónico. A su vez cada intervención pedagógica debe considerar los Principios Pedagógicos referidos dentro de las Bases Curriculares de la Educación Parvularia, siendo las siguientes: El de “Bienestar”, donde cada niño y niña se debe sentir plenamente considerado, generándoles sentimientos de confortabilidad, aceptación, seguridad y plenitud, junto al goce por aprender de acuerdo a las situaciones y características personales. “Actividad”, donde cada niño y niña deben ser efectivamente protagonistas de sus aprendizajes, puesto que ellos aprenden actuando, pensando y sintiendo cada oportunidad o experiencia que se les ofrece. “Singularidad”, puesto que cada uno de ellos es un ser único con características, necesidades, intereses y fortalezas que se deben conocer, respetar y considerar efectivamente en toda situación de aprendizaje. “Potenciación”, un fortalecimiento de sus potencialidades, generando en los niños y niñas un sentimiento de confianza en sus propias capacidades para enfrentar nuevos y mayores desafíos. “Relación” , donde se debe favorecer la relación e interacción significativa con otros niños y adultos, como forma de  integración, vinculación afectiva, fuente de aprendizaje, inicio a una contribución social y a las relaciones interpersonales. “ Unidad”, el niño o niña como persona es esencialmente indivisible, por lo que enfrenta cada aprendizaje de manera integral. Por ello, es difícil caracterizar un aprendizaje como exclusivamente referido a un ámbito específico, aunque para efectos evaluativos se definan ciertos énfasis. “Del Significado”, se favorece mejores aprendizajes, cuando se considera y se relaciona con las experiencias y conocimientos previos de los niños y niñas, respondiendo a sus intereses y tiene algún tipo de sentido para ellos. “ Del Juego”, cada situación de aprendizaje debe enfatizar el carácter lúdico, pues el juego es básicamente un proceso en sí para los párvulos, ya que abre diversas posibilidades para la imaginación, el gozo, la creatividad, la libertad y la participación activa y vivencial.